viernes, abril 27, 2007

El Holandes Errante


e todas las historias que se han escrito sobre el mar, ninguna tan fantástica como la de El Holandés Errante. La leyenda se funda en un bajel real capitaneado por un hábil pero jactancioso marinero llamado Hendrik Vanderdecken, un hombre de las Indias Orientales Holandesas que zarpó de Amsterdam con rumbo a Batavia, a la sazón puerto de las Indias Orientales Holandesas, en 1680. Aunque encargado por una compañía comercial de gobernar un barco de la misma y traer un cargamento completo, Vanderdecken estaba seguro de que podría traer también bastantes mercancías propias para hacerse rico.

Cuando el barco de Vanderdecken fue sorprendido por una tormenta tropical, probó, según la leyenda, todas las maniobras que conocía para hacer que el barco continuase su ruta. Lo más seguro habría sido esperar a que pasase la tormenta, pero, incitado por el reto del diablo en un sueño, decidió prescindir de las advertencias del Señor y tratar de rodear el Cabo con su embarcación. Ésta se hundió muy pronto, y murió toda la tripulación. Se dice que Vanderdecken fue castigado a gobernar su barco hasta el Día del Juicio Final.

Es una leyenda emocionante y romántica, pero muchos testigos juran que es algo más. En 1835, el capitán y la tripulación de un barco británico vieron un buque fantasma que se acercaba, en medio de una fuerte tormenta, con todas las velas desplegadas, y que desaparecía de pronto al acercarse peligrosamente. En 1881, marineros del barco británico H.M.S. Bacchante, dijeron que un miembro de la tripulación cayó del aparejo y se mató el día después de que otro guardiamarina viese la fantástica visión.

Una visión más reciente y sumamente difundida del Holandés se dice que ocurrió en marzo de 1939, en Glencairn Beach, África del Sur. El día siguiente, un periódico publicó la noticia de que docenas de bañistas habían observado el barco, dando detalles de la visión y observando que el buque llevaba todas las velas desplegadas y se movía con regularidad, a pesar de que no soplaba la menor ráfaga de viento.

Algunos científicos explicaron la visión del grupo como un espejismo. Pero los testigos protestaron diciendo que era muy difícil que hubiesen visto un barco de vela del siglo XVII con tanto detalle, ya que la mayoría de ellos nunca había visto la reproducción de uno de aquellos barcos.

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1 comentario:

xenara dijo...

Yen eso de "normalito" lo dejaremos entre comillas, a mi me encanta tu blog, y siempre es el primero que miro, sigue asi el blog es muy bueno

:-)