La lanza se menciona solamente en el Evangelio de Juan y en ningún otro de los evangelios sinópticos. En el capítulo 19, el versículo 31, indica que los Romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión de los condenados a este tipo de castigo. Momentos antes de que los soldados romanos así lo hicieran, vieron que él ya había muerto y por eso pensaron que no había ninguna razón para romperle las piernas. Para cerciorarse de que él estaba muerto, un soldado, San Cayo,lo apuñala con la lanza.
El nombre de Longinos no figura en el evangelio de Juan, sino en el evangelio apócrifo de Nicodemo, también llamado Hechos de Pilatos, en el que, además, se menciona a los ladrones crucificados junto a Jesús: Gestas y Dimas.
La lanza era desconocida hasta que San Antonio de Piacenza (DC 570), describiendo los lugares santos de Jerusalén, nos dice que él había visto en la Basílica del monte de Sion “la corona de las espinas con las cuales coronaron a nuestro Señor y la lanza con la cual lo pulsaron en el costado”. Una mención de la lanza también se hace en la Iglesia del Santo Sepulcro ocurre en el Supuesto Breviario.
Siglos más adelante, el nombre de “Longinus” llegó a ser asociado con el nombre del soldado en la Crucifixión. En una miniatura del famoso manuscrito Syriaco en la biblioteca de Laurencia en Florencia, iluminada por un Rabulas en el año 586, el incidente de la abertura del lado de Cristo se da una prominencia significativa: el nombre LOGINOS se escribe en los caracteres griegos sobre la cabeza del soldado que está empujando su lanza en el lado de Cristo, el expediente más temprano, de si la inscripción no es una adición más última, de la leyenda.
1 comentario:
Muy interesante.¿donde esta la lanza? ¿Existio de verdad?
Un abrazo.
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