martes, febrero 13, 2007

Manfred von Richthofen (Baron Rojo)


Manfred Albrecht Freiherr von Richthofen nace el 2 de Mayo de 1892 en la ciudad de Breslau, por entonces capital de Silesia, hoy Wroclaw perteneciente a Polonia. De niño se traslada con su familia a Schweidnitz(hoy Swidnica, Polonia). Era el mayor de tres hermanos. De familia aristocrática terrateniente, el padre de Manfred había llegado a ocupar un cargo alto en el regimiento de Ulanos Nº 12, una unidad perteneciente a la poderosa caballería prusiana. Manfred y su hermano pequeño Lothar quisieron seguir los pasos de su padre, alistándose jóvenes en el ejército imperial. Practicó caza y equitación y cuando completó su adiestramiento como cadete se alistó en los Ulanos (caballería alemana) siendo nombrado tres años después teniente del primer regimiento.

Pasó de la caballería (en donde ganó la condecoración de la Cruz de Hierro) a la infantería, pero en esta modalidad no prosperó durante la guerra ya que las condiciones que se vivían en las trincheras era inhumanas y "muy aburridas", según sus palabras. Finalmente encontró su lugar bajo el sol alistándose en la aviación, donde demostró una gran capacidad con esta arma completamente innovadora.

En la Luftstreitkrafte, su encuentro con otro gran aviador, Oswald Boelcke, fue decisivo para su éxito. Boelcke lo seleccinó para el grupo de combate Jagdsstaffell o JASTA 2. Ya su primer combate fue una victoria. Sucedió sobre el cielo de Cambrai, Francia el 17 de septiembre de 1916. Durante estos primeros meses se destacó por su agudeza visual y su innato don para afrontar el peligro. Sus compañeros decían que se transformaba su personalidad cuando cogía los mandos de su avión.

Durante los siguientes 20 meses se destacaría como el mejor as de la aviación alemana durante toda la Primera Guerra Mundial. Llegaría a superar el número de victorias de Boelcke, que estaba en 40, récord hasta entonces. En su victoria 11 consiguió derribar el biplano del as británico Lanoe Hawker.


El 6 de julio de 1917 recibió una bala perdida en el cráneo que le provocó una terrible herida que le lesionó el cerebro,pero él siguió volando pese a estar claramente incapacitado para soportar alturas, incluso se comportaba como si fuera inmune a la muerte, no tomando ninguna precaución, violando las fundamentales reglas de vuelo que había escrito en su manual. Llevó vendada la cabeza durante mucho tiempo.

Según las fuentes oficiales fue el capitán canadiense Roy Brown el que consiguió matar al piloto alemán, aunque nuevas investigaciones apuntan a que fue el soldado de infantería australiano Evans el que disparó desde tierra la bala del .303 que acabó con su vida. La bala entró por el lado derecho del pecho y le causó heridas en los pulmones, el hígado, el corazón, la arteria aorta y la vena cava antes de salir y según la opinión de los forenses, apenas contó con un minuto antes de perder la consciencia y un par de ellos en morir. Nada se sabe sobre el soldado Evans aparte de que murió en 1925, y probablemente falleció sin imaginar que él podía ser el causante de la muerte del piloto más famoso de la historia.

Fue enterrado con todos los honores militares por los mismos británicos quienes salieron a rendirle tributo. Su ataúd - cubierto de flores como ofrenda- fue cargado por seis miembros del escuadrón 209. Al momento del entierro, soldados australianos presentaron armas y lanzaron tres salvas en su honor. En su lápida, que se encuentra en el mismo lugar en donde cayó, se puede leer en su epitafio:"Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz".

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